Los proyectos ganadores de los Premios Cerámica ASCER en su duodécima edición son una intervención urbanística y una casa unifamiliar en las categorías de Arquitectura y de Interiorismo respectivamente.
El jurado, formado Ignacio García Pedrosa, Francisco Freire, Luca Molinari, Tomás Alonso y Ramón Monfort, ha estado presidido por Manuel Gallego.
En la Categoría de Arquitectura han valorado de la propuesta ganadora cómo se ha resuelto un problema de gran escala con la invención de pequeñas piezas cerámicas que, a través de su repetición y ensamblaje, forman un elemento urbano capaz de resolver diversas situaciones de manera unitaria.
En la Categoría de Interiorismo se hace con el galardón la idea de insertar un nuevo interior en un edificio existente, con una solución arquitectónica de vivienda sencilla y elegante, donde el uso de la cerámica aporta calidez al ambiente.
Finalmente, se otorga un tercer premio en la Categoría de Proyecto Fin de Carrera seleccionado por la utilización de sistemas constructivos y estructurales basados de forma íntegra en elementos cerámicos.
El edificio del arquitecto almeriense Guillermo Langle Rubio, que albergó el antiguo cuartel de la policia local de la ciudad, ha sido objeto del concurso de ideas con intervención de jurado para la rehabilitación y adaptación a biblioteca pública.
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